martes, 14 de septiembre de 2010

¿Juzgar o Reflexionar?

Después de escribir mi último articulo "Aprendamos a no juzgarnos - Escucha la canción" y de recibir algunos comentarios, hubo uno que llamó mi atención. Pitufet, hace referencia contradictoria a lo que yo menciono. Para ella, es necesario que nos juzguemos pues, es gracias a ello que vamos a mejorar. Respeto la opinión de Pitufet. Siempre he dicho que cada persona es libre de hacer, pensar y de defender sus ideales. y me parece bien que ella lo haga. Aunque me gustaría que me aclare, cual es el significado propio que ella tiene de la palabra "juzgar".

Si buscamos en el diccionario la definición de dicha palabra, Juzgar, no es más que la disposición para culpar, censurar o condenar los acto de otros. Entonces, si hacemos lo mismo con nuestros propios actos, estaríamos censurando y condenando cada error que tenemos. Una actitud - creo yo - una tanto cruel hacia nuestra persona. No cabe duda, que si hacemos esto, nos estaríamos dañando emocionalmente.

Lo que realmente deberíamos hacer frente a nuestros errores (creo que es a lo que se refiere Pitufet), es tomar una actitud reflexiva: pensar, meditar, analizar nuestros actos. De la reflexión vamos a obtener conclusiones sobre nuestras experiencias. Sabremos si estas han sido buenas o malas. Si las decisiones que hemos tomado en cada minuto de nuestra vida han sido las correctas o no. Todo este proceso de reflexión nos conlleva a mejorar como personas, sin necesidad de juzgarnos.

Quedaría en cada uno de nosotros la decisión de juzgarnos o reflexionar acerca de nuestras acciones. La primera opción nos induciría a culparnos por nuestros errores; mientras que en la segunda podremos analizar con claridad en que ha consistido nuestro error, que podemos mejorar y de que manera lo podemos hacer. Entonces ¿Nos juzgamos o simplemente reflexionamos sobre nuestros actos?

4 comentarios:

  1. Bueno, creo que estarías esperando mi opinión. Defines el juzgar como disposición, disposición, para "culpar...", no voy a citar tus propias palabras pues supongo las conocerás. Bien si juzgar es la disposición, condenar es el hecho, juzgar es el primer paso, condenar el segundo. Yo siempre he defendido el primer movimiento pues esa disposición, seguida o no de condena, ya deja marcas en la conciencia que es el objetivo. Todo ello dicho, claro está, si en entrar en cuestiones de a qué me refiero exactamente con esa palabra pues el significado es dado por quienes usan las palabras; las academias de lenguas sólo formalizan dichas concepciones. El diccionario a veces es traicionero. Además de que juzgar, en el sentido que planteas, no siempre equivale a condena o censura, ni mucho menos. Eso depende de quien juzgue.

    Cierto es que comprendes mi opinión, mas jamás he dicho, y si así ha sido ha sido por error, que debamos declinar todo en bueno o malo, correcto o incorrecto. Eso es un grave error pues esos términos son extremedamente relativos.

    No se trata de juzgar o reflexionar, esos actos únicamente sirven para alimentar el ego. Se trata de juzgar o reflexionar, según quieras llamarlo, para comprender, no respetar, eso es otra historia, llanamente comprender.

    No sé si te he contestado o me dejado algo por explicar, me pasaré por aquí para ver tu respuesta. A todo esto, no soy "ella", soy él

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  2. El proceso de juzgar implica muchas reflexiones previas. Reflexiones que, en realidad, son el resultado de la experiencia. Y es que siempre escuchamos decir: quiénes somos nosotros para juzgar o los demás.
    Esta frase tiene mucho de verdad, los juicios, o los procesos de valoración son muy comunes en las personas, pero no son muy acertados que digamos, y es que la ética juega un papel muy importante aquí. Los sacerdotes, los padres y los jueces, asumimos nosotros, poseen la autoridad, investida, para juzgarnos.
    Nosotros simplemente no deberíamos escupir al cielo, porque nos puede caer en la cara lo escupido. Somos seres humanos y podemos cometer errores; pero mientras menos cometamos mejor. Nos volvemos personas poco a poco. Esto no pasa de un día a otro.
    Reflexionemos sobre lo que estamos haciendo en la vida para adquirir decencia moral para juzgar o simplemente para dar nuestra opinión sobre diversos temas. No somos dioses ni mucho menos, tampoco pretendamos serlo; somos simplemente individuos que queremos alcanzar algo en la vida y debemos luchar, a morir, por esos “nuestros objetivos de vida” sin lastimar ni pisotear a los demás.

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  3. Es diferente respetando nuestros puntos de vista... sin embargo, uno decide si se culpa o decide avanzar en el trayecto de la vida...

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  4. Pitufet hablando clarito...si señor...

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